Evolución y teoría de los juegos
Muchos científicos creen que cuanto más comprensible nos parece el universo, menos sentido le encontramos. Robert Wright no piensa lo mismo. Este periodista y escritor asegura que la teoría de juegos aplicada a la vida nos hace entender la complejidad social, la globalización y la guerra.
Sebastián Grinshpun:
¿Se puede entender la evolución según la teoría de juegos?
Robert Wright:
Hubo un tiempo en el que no había vida multicelular en el que sólo existían células individuales. El motivo por el que evolucionaron hacia organismos multicelulares es porque había una dinámica de suma no cero. Cada célula podía transmitir mejor su material genético a la siguiente generación cooperando con las otras células estrechamente para formar organismos multicelulares. Por eso estamos aquí. Y, en cierta manera, el proceso continúa porque nuestros genes están diseñados por la selección natural para jugar juegos de suma no cero entre sí, para cooperar entre sí y transmitirse a la siguiente generación.
SG:
¿La dimensión moral también es parte de esa evolución?
RW:
Si uno cree que era probable que la evolución aumentara los niveles de complejidad biológica, creando sociedades, familias, etcétera, con el consiguiente aumento de seres inteligentes, eso significa que algunas de las dimensiones moralmente significativas de la vida también eran consecuencias probables. Es decir, era probable que se inventara el amor y el odio. Entonces, el amor y la empatía eran resultados probables de la evolución biológica.
La teoría de juegos y la sociedad
SG:
¿En qué situación social se da un juego de suma cero?
RW:
Básicamente la guerra es un juego de suma cero, donde hay un ganador y un perdedor. Pero la verdad es que a menudo supone un juego de suma no cero, puesto que ambos bandos del enfrentamiento suelen perder, especialmente en el mundo moderno. Es decir, si analizamos la gente implicada y toda la gente que fallece en ambos bandos, de hecho constituye una suma no cero. Por otro lado, sucede que a lo largo de la historia la guerra ha sido la fuente de muchosresultados de suma no cero más positivos, puesto que ha forzado a las sociedades a cooperar y colaborar. No significa que sea algo bueno, pero ha acelerado los cambios sociales y el desarrollo de nuevas formas de cooperación.
SG:
¿Por ejemplo?
RW:
Hay una escena en la Biblia en la que los israelitas se encuentran a los filisteos. Los filisteos eran (como diría un evolucionista cultural) más avanzados culturalmente, porque tenían armas de hierro, y los israelitas no. Pero los israelitas respondieron a eso, según la Biblia, escogiendo cambiar su organización social de una especie de nivel tribal, una confederación de tribus, a una organización de nivel estatal con un rey e impuestos… se trata de un ejemplo en el que el conflicto impulsa a la sociedad humana a una organización de nivel superior. En ese sentido, hay una parte positiva en la guerra.
SG:
¿En el presente es igual?
RW:
Ahora, cuando ya se ha alcanzado el nivel global de organización social, cualquiera que fuera la utilidad que la guerra tenía en el pasado, esa utilidad se ha perdido. Se ha agotado, porque no hay ningún nivel social superior al que pasar. La guerra hace que todos perdamos más que nunca, y el problema es lograr que la gente se percate de ello, y abordar las emociones que la gente ha heredado del entorno para el que fuimos diseñados a vivir, un entorno de cazadores-recolectores, en el que si se respondía a una provocación con violencia, posiblemente eso evitaba la muerte. Pero ahora, ese mismo impulso conduce a las naciones a guerras, y a un círculo vicioso en el que las cosas empeoran más y más… se provoca una escalada. Esto es lo que sucede ahora, ¡y es un reto enorme!
La teoría de juegos y la comunicación
SG:
¿Qué hace falta para que el resultado sea positivo en los juegos de suma no cero?
RW:
Con los juegos de suma no cero, se necesitan dos cosas para jugar con éxito. Siempre que haya un interés compartido con alguien, para llegar a una solución en la que todos ganen, se necesitarán poder comunicarse con la otra persona, para hablar de cómo proceder, y poder confiar en ella. Así que la comunicación y la confianza son los aspectos clave que permiten una interacción colaboradora y cooperativa.
SG:
Usted dice que el surgimiento de la comunicación verbal generó el surgimiento de una relación de suma no cero. ¿Cómo ha sido?
RW:
Cuando se traspasa un gran umbral en la tecnología de comunicación, como el invento de la escritura o, posteriormente, el invento de la escritura fonética, que facilitó el aprendizaje, se produce una revolución en la organización social. Así se pasó a la vida urbana porque la gente puede jugar muchos juegos de suma no cero, los hombres de negocios pudieron redactar contratos y comerciar a grandes distancias, etcétera. Y se necesita cierta forma de confianza, que a menudo se genera en forma de ley, de una autoridad legal ampliada a una región, o lo que sea. En la actualidad, estamos presenciando una revolución en la tecnología de comunicación y eso se traducirá en una revolución en la organización social, de hecho es lo que está pasando.
SG:
¿Cómo ve este cambio?
RW:
La buena noticia es que gran parte del cambio que vivimos puede describirse como juegos de suma no cero que prosperan: se puede cooperar con más y más gente a través del correo electrónico. Pero también es muy perturbador, porque modifica la vida tan radicalmente que la estabilidad se vuelve un problema. Vimos esto con el invento de la imprenta, que precipitó otra revolución en la organización social y que, me parece, en última instancia provocó la Reforma Protestante y un par de siglos de enfrentamientos en Europa: las guerras de la religión.
