Las tecnologías de la información

Ya estamos acostumbrados a encender el ordenador y conectarnos a..

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Las tecnologías de la información

Ya estamos acostumbrados a encender el ordenador y conectarnos a Internet y hace apenas unos años ello nos parecía de ciencia ficción. El pionero en tecnologías de la información (TI) y creador del término «hipertexto», Ted Nelson, entiende que Internet y las TI podrían ser mucho mejores de lo que son en la actualidad y nos explica por qué piensa así.

Theodor Holm Nelson es filósofo, sociólogo y pionero en el campo de las tecnologías de la información. En 1963, acuñó el término hipertexto y, en 1960, inició el proyecto Xanadu que aún hoy persigue crear una red de información con una estructura más profunda que la web. Nelson también es profesor visitante en el Oxford Internet Institute de la Universidad de Oxford.

Sebastián Grinschpun:
Sueles tener una mirada crítica sobre las actuales tecnologías de la información. ¿Por qué?

Ted Nelson:
Los ordenadores de la actualidad han sido creados por una variedad de personas: unas tienen un gran talento y otras tienen una visión muy simple de cómo funciona la mente humana. A la gente le resulta difícil utilizarlos y comprender los sistemas en que se basan, pero las víctimas, las personas que los compran, piensan en la tecnología como si se tratara de algo enormemente complicado, un laberinto de pasadizos extraños. Sin embargo pretende ser simple y se supone que nosotros tenemos que entenderlo. Pero no es así, lo creó alguien, y a menudo no de la mejor manera.

SG:
¿De qué manera las circunstancias o el contexto en el que surge una tecnología influyen en ésta?

TN:
La palabra tecnología es equívoca porque sugiere que es definitiva, que es correcta y que no se puede cambiar. Sin embargo, eso que llamamos tecnología lo inventó alguien que tenía algo en mente, que buscaba una ventaja competitiva y que a menudo quería crear un monopolio. Dentro de cada tecnología alguien ha tomado una decisión. Por ejemplo, cuando se construyeron los primeros trenes, alrededor de 1820, surgió la cuestión de si las vías deberían ser tan anchas como un carro romano, que es el ancho tradicional, o mucho más anchas para que los trenes pudieran ir más rápidos. Los ingenieros querían que fuesen muy anchas, pero los fabricantes de los vagones, que estaban acostumbrados a fabricar coches del tamaño de un carro romano, ganaron y gracias a ellos todos los trenes del mundo en la actualidad son menos seguros.

SG:
¿Qué ejemplo de ello hay en la tecnología de la información?

TN:
Para los ordenadores de hoy se decidió, a mediado de los 70, en el Centro de Investigaciones de Xerox en Palo Alto, simular papel, una simulación de jerarquías, con los directorios de carpetas y documentos. Nadie pensó en otras alternativas, como el tipo de escritura que tendríamos si no estuviéramos encarcelados por los cuatro lados de una hoja de papel. Y esto es en lo que yo creo, en ser capaces de crear escritos profundos que se conectan entre sí de todas las maneras posibles; y es lo que intento hacer en el ordenador.

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SG:
¿Cuál es su propuesta, o el modelo de tecnología de la información que propugna?

TN:
Si me lo permiten, yo quiero más libertad. Por eso estoy intentando crear una estructura que se llama “transliteratura”, que irá más allá de la web y permitirá miles de conexiones y que cada pieza esté conectada a sus orígenes y muchas otras cosas que simplemente no se pueden hacer en la World Wide Web (www). Yo me considero un diseñador y creo que todo se puede hacer de fácil uso si se piensa qué es lo primero que el usuario necesita hacer. Mi slogan es que el usuario “llega corriendo”, no tiene tiempo de abrir un manual, ni tampoco de hacer un curso, por lo tanto todo lo que espera el usuario debe estar preparado, y si es algo ligeramente diferente, debería estar visiblemente a disposición. Un ejemplo es el juego de Packman, que es uno de los mejores diseños de un sistema de uso, porque ¿cuánta gente leyó el manual? Y había uno muy grueso, pero todos sabían usarlo instantáneamente. Este es el tipo de diseño innovador que es muy complicado porque es sutil, y la mayoría de los técnicos no son sutiles. Para poder diseñar una buena interfaz debe haber sutileza y se debe mostrar lo suficiente para que la persona vea la posibilidad, pero no enseñar tanto que se pueda sentir confuso.

SG:
¿Cómo ve el conflicto entre las nuevas tecnologías de la información y los derechos de autor?

TN:
Es un tema complejo. Digamos que los niños tienen un concepto diferente de ética: no intentarán robar bancos, ni robar tiendas, pero sí que intentan robar música. Yo estoy intentando construir un sistema aceptablemente legal en el que todo se puede recombinar. Actualmente, existen muchas dificultades para combinar información: si se quieren combinar dos documentos se tiene que pedir permiso a los dos que tienen los derechos. Con el sistema de la transliteratura, lo que se hace es crear una lista de contenidos a la que se le dice que se combine de tal y cual manera y la lista se activa y busca de cada ordenador las partes que necesita, y hace los pagos que sean necesarios, si es que hay que hacerlos y si la persona quiere que se le pague. Pero lo básico es que permite que todo se recombine libremente sin negociaciones y sin pedir un permiso previo. Todo el mundo está buscando un sistema como éste, pero lo buscan en el sitio equivocado, por ejemplo en las licencias de código abierto.

SG:
¿No cree que es una paradoja el que, a pesar de que estemos en la era de la tecnología información, estemos intoxicados por exceso de información?

TN:
Estoy de acuerdo, estaría bien poder tener unas herramientas que permitieran hacer una buena gestión de la información. Me gustaría que fuera posible tomar notas que se conectaran a su origen y, en la actualidad no existe. Me gusta recordar cosas con precisión y me gusta saber exactamente qué es lo que leo, de manera que almaceno muchas páginas web. Cuando encuentro una web que es interesante, la guardo, pero no hay ninguna forma fácil de copiar una frase de una página web y ponerla en un texto y tener los dos conectados, de forma que sea fácil encontrar esa frase que es útil en otro momento. Este es el tipo de cosas que necesitamos. Sería muy útil poder pegar una frase a un e-mail de forma de poder recuperarlo y también ir al contexto general, pero esto no está disponible. No es un fallo de la tecnología, sino de la gente que hace el software.