El salón es uno de los espacios de la casa en los que más tiempo pasas con los tuyos o en esa soledad que te trae paz y tranquilidad. La realidad es que estamos hablando de una estancia del hogar en la que hay que cuidar cada mínimo detalle, con el único objetivo de encontrar la máxima comodidad. Si te paras a pensar, te darás cuenta de que son muchos los elementos que conforman un salón, pero hay uno que siempre está presente y que sirve para descansar después de las largas jornadas de trabajo. Efectivamente, estamos hablando del sofá. ¡No puede faltar! Si estamos pensando en cambiarlo, aquí te dejamos una serie de factores que debes analizar para tomar la decisión adecuada al hacerte con el sofá del salón. 

¿Cómo escoger el sofá del salón? ¡Sigue esta guía!

• Medir el espacio: Desde luego, al elegir el sofá del salón, no siempre tienes la opción de hacerte con el más grande. Por eso, lo primero que tienes que hacer es medir con exactitud el espacio que tienes disponible para el mismo. Piensa en el ancho, la altura y también la profundidad y valora también, por ejemplo, la distancia a la que puede encontrarse con respecto al mueble de la tele. Comprar uno demasiado profundo hace que estés muy cerca de la televisión y, siendo así, no te resultará cómodo verla.
  
  Al margen de esto, también debes pensar en que el sofá no puede convertirse en un obstáculo. Estamos exagerando, pero lo que queremos hacer ver es que tiene que haber espacio alrededor del mismo para que las personas puedan acceder a él y moverse por el salón sin problemas. Una vez que ya tienes claro todo esto, lo que tienes que saber es cuántas personas lo van a utilizar de manera habitual. Es este pensamiento lo que te va hacer escoger uno de dos o tres plazas o de un tipo u otro. Ya sabes que, actualmente, en el mercado, hay muchas opciones en cuanto a sofás y muchos de ellos se pueden adaptar a tu hogar sin problemas. 

• Uso y comodidad: Por supuesto, tu sofá del salón tiene que estar destinado a que quienes lo uséis os sintáis completamente cómodos en el mismo. Esto quiere decir que hay que determinar su uso más común antes de comprarlo. La elección del sofá puede variar considerablemente, si pensamos que es solo para pequeños ratos en los que vemos la televisión o si también se va a destinar a actividades como la lectura.
  
  Tampoco es lo mismo un sofá para adultos que para niños o uno que es para actividades rutinarias y otro que también se utiliza para que duerman invitados. Como ves, hay varios puntos que tienes que valorar antes de comprarlo. Lo mejor que puedes hacer es ir a una tienda especializada y probar diferentes tipos de sofás. Sabemos que lleva tiempo y que no siempre tenemos mucho disponible, pero la realidad es que merece la pena, ya que te va a permitir hacerte con el sofá que mejor se adapta a tu casa y a todos los que os encontráis en ella.
  
  Para que sea cómodo, también debes pensar en los materiales y no solo en el diseño. Busca que sean suaves, pero resistentes, ya que se va a utilizar mucho. Aunque salga más caro, es algo que vas a amortizar con el tiempo. Si lo usan mucho los niños, tienes que apostar por un sofá que te garantice una gran durabilidad.

• Estética: Por supuesto, tampoco debemos olvidarnos de que, aunque la realidad es que lo funcional debe primar, un sofá también tiene que ser bonito y debe combinar a la perfección con el estilo de la casa. En caso de no ser así, lo único que se logrará es no estar a gusto, siendo más que probable que te canses de él antes de tiempo. Por eso, tienes que ser muy cuidadoso a la hora de mirar el tapizado del mismo y los colores que puedes elegir, además de algunos detalles como, por ejemplo, si lo quieres con brazos o sin ellos o con alguna forma especial. 

¡Cuida la elección de tu sofá!